El día que me gané a mi mismo

El día que me gané a mi mismo
Y direis que no es bonita

jueves, 10 de febrero de 2011


Madrid a 9 de noviembre de 2010 Javier Beleño
Las promesas se cumplen, como la de hoy.
Y es que un buen día, después de mi historieta, que ya me cansa un poco hablar de ella, la he contado tantas veces, no porque me guste, porque la gente que generalmente me quiere, me pregunta, y no tengo problemas en responder, y contar lo que pasó, no me hace daño, en realidad y no falseo, se ha quedado en una anécdota, (con el tiempo y el sacrificio, claro), pero eso ha sido, gracias a Dios, una anécdota que poder contar, jejejeje, y cuando sea un poco más mayor, yo si voy a poder decir esas frases tan nuestras de: uy uy uy va a cambiar el tiempo, lo sé porque me duele, la escápula, la rodilla, la nariz, la cuarta cervical, el escafoides, vamos todo lo que me rompió el furgón, y entonces como decía después de esto, hablando con una persona que me ha ayudado mucho, mucho, alguien que me dijo a los tres días de esta historia, Javi yo sé como funcionas, tú y tu negocio, allí estás tú solo, y si tu no ingresas, no ingresa nadie, ¿de cuanto te hago el cheque cada mes?, y estoy seguro de que no me lo dijo por decir, con lo cual, ¿cómo se puede pagar en agradecimiento esa deuda? Pues a mí no se me ocurre mejor manera que un maratón, en aquel momento que me lo dijo, la verdad, para correr, correr, no es que estuviese, es más, me dijeron, que correr, lo iba a tener difícil, pero yo soy un bocazas, y me encanta correr, ¿que mejor?, y entonces prometí un maratón, que está por llegar, pero entonces esta misma persona, me comentaba, que tenía algo que hacer, algo que le iba a costar mucho esfuerzo, algo para posiblemente mejorar su vida, pero que iba a costar mucho y que no sabía, si hacerlo o quedarse como estaba, que no sabía si el esfuerzo merecería la pena, dudó, y entonces el “tonto corredor”, “usea yo”, abrí mi bocaza otra vez, así a ciegas, yo había oído hablar de una parroquia que por lo visto, anda cerca de mi casa, (cerca por los huevos), una parroquia donde la gente hacía promesas, subían de rodillas, iban andando, el CRISTO DE RIVAS, y le dije a esta persona, mira tú sigues con lo que estás haciendo a muerte, hasta tu día “D”, y yo antes de ese tu día “D”, yo voy desde mi casa corriendo al CRISTO DE RIVAS, y vuelvo, deposito allí una flor, y de esa manera yo a ti te doy fuerzas, ¿Qué te parece?, y recogió el guante, yo iba allí, y esa persona se esforzaría aun sin ganas en el objetivo que se había marcado. Claro yo antes de hacer este tipo de cosas, al menos debería conocer las distancias, y como se llega, yo para mí decía, no puede estar tan lejos, y fui a ver un día, madre mía, estaba a unos 10 kilómetros de mi casa, pero sin arcén, todo asfalto, con unas cuestas del carajo, y lo peor, había que atravesar la “caña real”, vamos el supermercado más grande de droga de España, jajajaja, pero no hay reto fácil.
Había dejado un poco largo el objetivo, más que nada porque mi estado físico, no me permitía tal cosa, pero hoy era el último día que podía intentarlo, antes del día “D” de esa persona, porque lo iba hacer el domingo, pero la rodilla no me dejó, y era el martes que era fiesta, cuando podía, se me acababa el plazo, hoy o nunca, a todo esto, he liado a un buen amigo, para que venga conmigo, en coche, gravándome para certificar la cosa claro, porque podría haberla hecho y decir ya está, pero a mí me gusta certificar las cosas, no sé, como que me quedo más a gusto, sin sembrar las dudas de nadie, si digo que voy, VOY, y además lo demuestro, con lo cual GRACIAS JOSE, no sabes lo importante que ha sido esto para mí.
Total que era hoy o nunca, y claro, las cosas no son tan fáciles, tenía un gripazo anoche de cojones, me tomé un paracetamol, y a rezar, toda la noche oyendo como el agua golpeaba las ventanas, un aire tremendo moviendo las persianas, y yo pensaba en mi camita, joderrrrrrrrr, y no tengo escapatoria, en ningún momento, y esto lo juro, he pensado en no hacerlo, ni pasarse por la cabeza, he dormido inquieto, nervioso…
Me desperté pronto a las siete, había quedado con mi amigo Jose a eso de las 10,30h, hice los desayunos a todos los habitantes de mi casa, una lavadora, las camas, vamos que de los nervios no podía parar, preparé la ropa, y miré a la ventana, totalmente de día, pero negro, todo negro, mucho aire, pero no llovía, ya era algo, me vestí, de invierno duro claro, mallas largas, primera capa, segunda, chubasquero, guantes, gorro, medias de compresión, vamos cómodo que se dice, pero, hoy no hay pegas, hoy no, me bajo a la calle, me había dicho mi amigo que me haría una perdida, pero no aguantaba más en casa, me bajo a la calle, ¡¡¡¡¡que frío!!!! Jejejeje, que aire, tanto que me voy a meter al portal, pero justo llegó mi amigo, ya no hay marcha atrás, VAMOS!!!!!, nos saludamos, corto, y le digo mira las cámaras, el sabe manejar muy bien esos cacharros, no hace falta explicarle nada, y allí vamos, salí deprisa, como siempre, pero hoy debía usar la cabeza, es el primer día, el primero que salgo a la calle a correr después del día 6 de Julio, y con la dichosa rodilla como está, anoche sin ir más lejos estuve en el médico, y me dijo…bueno mejor no os lo digo, bueno sigo, en esos momentos no llovía, hacía mucho aire pero no llovía, de agradecer, la verdad, y Jose detrás con su coche, detrás de mí, que tranquilidad, a los tres kilómetros, en las calles de la zona industrial, un negrito apoyado en una parada, me mira y me tiende la mano, y se la choco, luego os cuento que había en ese mismo punto al regreso, iba un poco deprisa y decido dosificar un poco, queda mucho, eso no me asusta, la distancia no me asusta, me asusta algún problema físico serio, por eso, pero no aflojo tanto ehhhhhh, en una rotonda, miro al suelo y veo una moneda, parece de 50 céntimos, y paso, pero rápido pienso, y regreso, Jose me mira y frena, y no sabe qué pasa, la cojo y sigo, y es que yo, soy muy maniático, y cuando corriendo veo una moneda, la cojo, me la guardo, y la coloco en un San Pancracio que tengo en mi clínica, una superstición más, sigo dirección a la Cañada Real, la vemos de fondo, madre mía, que miedo da pasar por allí, menos mal que a esas horas los gitanos duermen, se me está haciendo un poco largo, sé que no queda mucho, unos tres o cuatros kilómetros, más o menos, y viene un puente que quita el hipo, pedazo de subida, a ratillos me olvido de que José anda por ahí detrás, a la misma velocidad que yo, justo a unos metros, llega una zona que no hay arcén, yo voy todo el rato por la izquierda y cada vez que viene un coche, me tengo que tirar al barro de la mini cuneta en oscilación, que cuando regresaba al asfalto, las zapatillas pesaban dos kilos cada una, siento que se acerca, cuando de repente veo una cuesta arriba larga, que yo he pensado, que bien, esta luego es de bajada, (menuda sorpresita iba a tener luego), la subo, y una bajada donde se divisa ya la rotonda de la parroquia, la emoción de la llegada, hace que me pase y tenga que regresar, le enseño a Jose las flores que llevaba en el bolsillo, para depositar en la parroquia, dos fotos bajadas de internet, dos flores de la pasión, una flor ni más ni menos, y regreso, el se quedó en la puerta, y cuando me ve que ya regreso, ni me paro, le digo ya está, ahora pon el cuenta a cero, que nos vamos, y el regalito nada más salir, toma, a parte de la cuestecita, un aire terrible, DE CARA, joder que mala suerte, DE CARA, ¿ y quién ha dicho que iba a ser fácil?, a sacar lo positivo, a entrenar series, jajajaja, no podía ni con las zapatillas, la pendiente de la cuesta era dura, y al no haber arcén, tenía que pisar con la derecha, la línea blanca continua, y resbalaba, no cogía tracción, pero tampoco me quería salir al centro de la carretera, por el peligro, pero irme al barro me apetecía aun menos, llevaba unos 54 minutos, y se me estaba haciendo larguísimo, puto viento, un dolor en un costado que no se me quitaba, la rodilla no me dolía nada, no quería dar una zancada larga, para no tentar a la suerte, claro que con el desnivel tampoco era lo más indicado, a la venida como cosa rara, las pulsaciones no han bajado de 160, pero vamos cada vez que miraba el reloj, 170, 172, cosa rarísima en mí, debe ser por la gripe, y como no podía respirar por la nariz casi, eso debía subir las pulsaciones, pero de regreso y vencida la pendiente bajaron a una media de 154, ya iba más cómodo, de pulsaciones claro, porque de lo demás… por la cañada real, se me ha pasado levemente lo de parar, pero no, en la cabeza, lo prometido, y ante eso no hay freno, no hay freno, un par de cabezazos y a seguir, apretar los dientes, cruzar el entrecejo y decir vamos, de fondo largo como a unos seis kilómetros, mi casa, el objetivo, lo sé por el tiempo más o menos, y he dicho ya está, y ahí ha empezado a llover, he dicho bueno, ya que más da, pero han sido solo unos diez minutos, al llegar al polígono, justo donde estaba el negrito que me chocó la mano, justo ahí, una silla, y una prostituta negra, que yo he dicho, joder como ha cambiado el negrito, pero ya estaba viendo la esquina de mi avenida, La Gran Vía del Este, 2 kilómetros, cuesta arriba, pero 2 kilómetros, y a sonreír, le tenía preparada a mi amigo Jose, la celebración, jejejeje, justo en la última cuesta que serán 150 metros, pero terribles, antes de girar rodeando mi edificio, me he dado la vuelta, corriendo de espaldas, y he hecho los pajaritos de Fernando Alonso, para los que dudaron de que volvería a correr, mis pulgares atrás como Raúl González Blanco, en señal de “aquí estoy”, y por último el disparo del pistolero, de Albertito Contador, en señal de llegó el pistolero, otra vez, jejejejeje, como me lo paso, y es que no me importa reconocer que soy como un crio, me la pela que me haya visto alguien, yo sabía que he cumplido la promesa tan importante, y justo antes de llegar a la puerta de mi casa, me quite el guante izquierdo, subí la mano, giré la muñeca, y besito en mi quemadura, eso…me lo guardo, pero he cumplido, he cumplido, me apoyé en el coche, y bajó Jose, con una gran sonrisa le recibí y le di un gran abrazo, fuerte, de los de apretar, GRACIAS JOSE, por ayudarme.
La moneda que recogí en el camino, al loro no era de 50 céntimos, era de 100 pesetas, qué buena suerte, se la quisiera dar a quien la tiene que llevar en su día “D”, a ver si le da suerte, y ahora a la espera del MAPOMA, que ya falta “NA”.

1 comentario:

  1. Todavía no puedo creer que no sé por dónde empezar, me llamo Juan, tengo 36 años, me diagnosticaron herpes genital, perdí toda esperanza en la vida, pero como cualquier otro seguí buscando un curar incluso en Internet y ahí es donde conocí al Dr. Ogala. No podía creerlo al principio, pero también mi conmoción después de la administración de sus medicamentos a base de hierbas. Estoy tan feliz de decir que ahora estoy curado. Necesito compartir este milagro. experiencia, así que les digo a todos los demás con enfermedades de herpes genital, por favor, para una vida mejor y un mejor entorno, póngase en contacto con el Dr. Ogala por correo electrónico: ogalasolutiontemple@gmail.com, también puede llamar o WhatsApp +2348052394128

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