El día que me gané a mi mismo

El día que me gané a mi mismo
Y direis que no es bonita

jueves, 4 de noviembre de 2010

El On y el Man

EL ON Y EL MAN:

Y es que esto, es lo que el día 12 de Julio de 2010, mi querido médico, Eduardo, eminencia por otra parte, me dijo con estas palabras, a partir de aquí, olvídate de todo lo que acabe en “on y en man”, al yo comentarle, que cuando me atropelló aquel furgón, estaba intentando dar el salto del maratÓN, al iroMAN, y me dijo, no te digo yo que no vayas a hacer una vida normal después de esto, pero las lesiones que tienes son muy graves, y olvídate de todo esto, podría decir que me hundió un poco, pero no, no lo hizo, todo lo contrario, y es que aquel día en las exploratorias, mi brazo izquierdo no subía ni diez centímetros, lo recuerdo con estrépito, en casa era un suplicio, procuré nunca pedir ayuda para hacer las cosas más básicas, lavarme, vestirme, comer, beber, algo que parece fácil, pues nunca os rompáis la escápula por tres sitios, entre otras cosas, a los 5 días de aquello me eché a la piscina de mi casa, el socorrista me dijo, ¿te bajo con la silla? (la de minusválidos), solo le miré y sonreí, (soy de HORTALEZA), a un solo brazo, mi derecho, baje por la escalera, y ahí empezó mi nuevo sueño, demostrarme, a mí y a los demás que se puede, con dolor, lo reconozco, pero ¿Quién ha dicho que iba a ser fácil?, a cada consulta médica, iba con mi revista FINISHER, de triatlón, y nada más entrar en la consulta del médico, la plantaba allí, delante de él, para que la viese, como para mostrarle, que el traumatismo craneoencefálico, con hematoma, no había movido de mí, la ilusión y la fuerza mental y cabezonería, el sonreía como diciendo, pobre, pero yo ahí, a lo mío, y en casa…coger un vaso del armario, ¡¡¡que reto!!!, con mi brazo derecho, alzaba el izquierdo, y sujetaba la puerta del armario, y lo cogía, y rompí un par de ellos, pero…es lo que hay, ¿y comer? ¿y partir un filete?, ja ja y ja, pues lo mismo, a muerte, y no digo que no he llorado de rabia, pero eso, de rabia, y sin que nadie me viese, maldiciendo no haber salido un minuto antes o un minuto después de casa, para que no me atropellase aquel cabrón, y si lo digo, por que no le puedes joder la vida a una persona, por ir despistado y a toda ostia, una mierda como el sombrero de un picaor, que dice mi padre, puede esto conmigo, ¿y las noches? Ja, esa es otra, boca arriba, con una almohada debajo de la rodilla para que no flexionara, con otra bajo la escápula rota, y girando mi cabeza suave hacia el lado derecho, para que las heridas del hombro no rozaran, y a intentar soñar, con el ON y el MAN, y soñé, y de aquellos barros estos lodos, y hoy, uy hoy, como estoy, hoy si tengo sangre en el ojo, y no como aquel fatídico día, en el que casi lo pierdo, y lleno de sangre, seguro que no del golpe, sino de rabia se tornó en rojo FERRARI, pero hoy vuelve a ser blanco, y sí, bajo ese párpado, aun la cicatriz de ocho puntos, que me dejó el incidente, demuestra que no iba a ser en vano aquello, hoy sueño casi sin un dolor, con el ON, que lo tengo ahí el abril, y aun sin saber si me tengo que operar de la dichosa rodilla, lo tengo ahí, justo delante, ya corro desde hace 19 días, sí en cinta, pero corro, y ya deprisa, y solo tengo eso en la cabeza, para no defraudar a nadie, para enseñar que se puede, para cruzar esa puta meta, 42,195, sí, aquellos que dije que jamás correría más, pero, curioso destino, aquella quemadura en la muñeca izquierda de aceite, meses atrás, me mostraría el camino meses después, y es que las casualidades no existen, el no por qué no, no está en mi agenda, y que curioso que la banda sonora de ese, MI MARATON, será el On and ON, y que no llegó a mi vida por casualidad, y ahora sí que bendigo quizás no haber salido ni un minuto antes ni un minuto después de mi casa aquel día, porque quizás y solo quizás, eso me ha hecho darme cuenta una vez más, que los obstáculos están para saltarlos y sin importar el tamaño, y que si te caes, o te tiran, te levantas, yo no voy a perder un solo minuto en mirar atrás, no sea que ese minuto que pierdes, esta vez si me mate, pues no, y oiré ese ON AND ON, tantas veces como sean necesarias, para soñar cruzar esa meta, apartar a los que a mi lado entren, y hacerme esa foto bajo el cartel del tiempo, haciendo ese gesto que ya ensayé con tanto dolor cada día en la bici, y aun sin poder alzar el brazo y aun menos girarlo, lo hacía veces y veces hasta que me dejo de doler, solo por la promesa, y es que eso de las promesas es algo serio, y alguien que te ayuda y que te muestra el camino, ha de ser recompensado, al menos con el esfuerzo, y eso es lo que voy hacer, esforzarme y apretar los dientes y sobre todo cruzar el entrecejo con rabia, para eso, para acabar mi ON, y regalarlo, que eso es lo que quiero, deseo y haré. ¿¿¿¿Quéeeeeeeeeeeeeeeeee????

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